PREPARARLA PARA EL FRIO
Para ello deberemos tener en cuenta:
El
agua.
cuando vayas a dejar la caravana en invierno, cerciorate de que has
vaciado tanto la instalación como el depósito de agua potable,
para evitar que se hielen. El hielo producido en las tuberías
del agua puede quitarse con bastante facilitad: bastará con hacer
circular por ellas agua caliente (calentándola en el depósito
ubicado en el cofre de la caravana, aunque si el agua almacenada en
este recipiente está completamente helada formará un bloque
muy difícil de descongelar. Tén en cuenta que, además
el agua al helarse se expansiona y aumenta de volumen, pudiendo provocar
la rotura de la bomba, grifos o uniones de la tubería. No debes
añadir al agua productos anticongelante ni alcohol, ya que independientemente
de su coste económico harán que pierda la potabilidad
el agua.
El inodoro.
El mismo problema se nos presenta con él: al dejar los depósitos
llenos, tanto el superior de agua limpia como el inferior de aguas residuales,
podrán helarse, como el depósito de agua potable, lo cual
nos supondría, posiblemente, estar una larga temporada sin poder
usarlo (hasta que las temperaturas suban unos grados...). Claro que
existe la posibilidad de llevárnoslo a casa y que allí
se descongelen, pero no es muy práctico que digamos.
En primer lugar es conveniente estacionar la caravana en lugares poco
húmedos y ventilados, colocándola a una distancia de muros,
caravanas u obstáculos lo suficientemente amplia para que el
aire circule con fluidez. Así evitaremos la formación
de moho en los perfiles de aluminio y en los pequeños salientes
propensos a albergar polvo y humedad.
Asimismo deja las patas de apoyo bajadas, con una ligera presión
para repartir el esfuerzo de los neumáticos. Para conseguir una
conservación más duradera de los neumáticos cúbrelos
con una lona o similar, y aún mejor puede desmontar las ruedas
y colocar en su lugar unos soportes metálicos.
Tapa el cabezal de enganche con una funda de protección, teniendo
en cuenta que esté abierta por su parte inferior, con el fin
de que el cabezal y la punta de la lanza tenga una buena ventilación,
evitando con ello su oxidación (esto también es aconsejable
con la caravana instalada en la parcela para su utilización).
No dejes el freno de mano en tensión: asegura la caravana mediante
un par de cuñas en las ruedas, si fuera necesario. La humedad
podría bloquear el freno y luego sería muy difícil
accionarlo.
No obstruyas las ventilaciones permanentes: es conveniente mantener
una circulación interior de aire. Deja un poco abiertas las puertas
de los armarios, altillos, bancos, etc. En cuando a los acolchados,
conviene colocarlos de manera que tengan una buena ventilación
en toda su superficie.
Es importante que visites la caravana periódicamente y que mantengas
la puerta y ventanas abiertas durante unas horas, para conseguir una
buena ventilación y renovación del aire. Asimismo, encender
la calefacción contribuirá a hacer desaparecer la humedad
y mantener un ambiente más seco en el interior.
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